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Bikram Yoga y Ghosh Yoga: más allá del calor y las 26 posturas.

  • Surya32
  • 6 abr
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 9 abr



Padahastasana. (Sala Byba yoga)
Padahastasana. (Sala Byba yoga)

 ¿🔥 ¿Qué es el Bikram Yoga y por qué se practica con calor?

El Bikram Yoga es uno de los estilos más conocidos del yoga moderno. Se practica en una sala con calor a unos 40°C, con humedad controlada, y sigue una secuencia fija de 26 posturas y 2 ejercicios de respiración. Esta práctica fue popularizada por Bikram Choudhury en los años 70 y se convirtió en un formato estandarizado y global.

Practico Bikram Yoga en estudios preparados con calor, y también lo enseño en esos espacios, respetando su estructura tradicional. La experiencia es intensa, exigente y profundamente efectiva. El calor permite avanzar muy rápido en lo físico, la sudoración genera una limpieza potente y la disciplina del método te lleva al límite. Esa fue mi puerta de entrada, y sigue siendo un espacio valioso para mí.

Con el tiempo, también descubrí que, como todo sistema cerrado, tiene sus limitaciones. La estructura fija es poderosa, pero puede volverse repetitiva. Y muchas veces, los instructores repiten sin conexión real con los cuerpos presentes. Se avanza, sí, pero muchas veces se depende del calor, del entorno, de la sala.

Y fue ahí cuando mi búsqueda me llevó más atrás en la historia. Más profundo. Al Ghosh Yoga, la raíz original de este enfoque, que me permitió mantener la fuerza del sistema... pero desde otro lugar.


🌡️ El Hot Yoga más allá de la temperatura: estilos y prácticas actuales

Hoy, cuando se habla de Hot Yoga, ya no se habla solo de Bikram. Existen muchos estilos que usan el calor como herramienta: Power Yoga caliente, Vinyasa caliente, Inferno Hot Pilates, entre otros. Todos tienen algo en común: la temperatura como potenciador del esfuerzo físico, la flexibilidad y la sensación de desintoxicación.

El calor, sin dudas, tiene un efecto potente. La práctica es intensa, liberadora y transformadora.Pero también, como vimos durante la pandemia, tiene una limitación real: sin la sala, muchos practicantes se encontraron sin herramientas para sostener su disciplina. Lo viví, lo vi en otros, y fue un punto de inflexión para muchos.

Desde mi experiencia como practicante y profesor, el calor es valioso. Pero no puede ser lo único. Si no va acompañado de conciencia, conexión y autonomía, no forma un yogui: forma un dependiente de la sala.

Fue durante mis formaciones en Ghosh Yoga con Tony Sánchez —discípulo directo de Bikram y formado en la escuela Ghosh en India— que entendí esto con más claridad. Con él aprendí a adaptar la práctica a diferentes cuerpos y momentos, a sostener la secuencia con o sin calor, y a desarrollar una disciplina personal real, más allá del entorno.

De esa experiencia nació la idea de Surya 32: una práctica que no reemplaza el Hot Yoga, sino que lo complementa, lo equilibra y lo potencia. Una herramienta para que puedas seguir practicando desde tu cuerpo, tu respiración y tu conciencia, estés donde estés.


Del Ghosh Yoga al Bikram: el origen poco conocido del hot yoga

Lo que muchos no saben es que Bikram Yoga no es un método original. Bikram Choudhury fue discípulo de Bishnu Charan Ghosh, y su secuencia está basada en las enseñanzas de la escuela de Ghosh Yoga en India. El Ghosh Yoga es un sistema clásico, anterior, más completo, más abierto.

En mi caso, llegué a esta práctica después de formarme en Yoga Integral en Buenos Aires y certificarme en la Federación Argentina de Yoga. Años más tarde conocí a Tony Sánchez, uno de los mejores discípulos de Bikram, quien fue llevado por él mismo a India para estudiar en la escuela de Ghosh. Tony fue apartado del equipo cuando Bikram empezó a comercializar su método como franquicia, pero su linaje es puro.

Tuve la oportunidad de formarme con Tony en tres ocasiones presenciales en Málaga, más dos formaciones virtuales. Con él aprendí no solo la práctica completa del Ghosh Yoga, sino también cómo modificar la serie para diferentes cuerpos y necesidades reales. Esto cambió por completo mi manera de ver y enseñar yoga.

Hoy en día, practico Ghosh Yoga en casa, en talleres, o en salas sin calor, porque el método lo permite. Lo enseño en clases particulares, grupales y talleres. Y lo sigo explorando todos los días, porque este sistema no está cerrado: está vivo.


 Diferencias clave entre Ghosh Yoga y Bikram Yoga

Aunque ambos estilos comparten el mismo origen —la escuela de Bishnu Charan Ghosh en India— su aplicación actual es diferente, y entender esa diferencia puede enriquecer tu camino como practicante.

El Bikram Yoga es una secuencia fija, enseñada en salas con calor, bajo un formato estandarizado. Esa estructura tiene una fuerza increíble: crea disciplina, enfoque, y genera resultados físicos rápidos y visibles. Además, el ambiente de la sala potencia la experiencia, y para muchas personas, es una puerta de entrada transformadora.

El Ghosh Yoga, por otro lado, conserva ese mismo linaje pero no está ligado a un formato cerrado ni al uso del calor. Es un sistema más amplio, que permite explorar diferentes secuencias según la necesidad del cuerpo, la edad o el momento vital. No hay un único camino dentro del método, sino herramientas reales para sostener una práctica adaptable y profunda.

Como profesor de ambos estilos, lo que veo todos los días es que no se trata de elegir uno u otro, sino de permitirte expandir lo que ya practicás. Surya 32 nace desde ese punto medio: una forma de integrar el trabajo interno del Ghosh Yoga sin dejar atrás la potencia del Hot Yoga, sino todo lo contrario—dándole profundidad, continuidad y autonomía.


¿Qué beneficios tiene practicar Ghosh Yoga sin calor?

Practicar sin calor no significa perder intensidad. Significa construir desde adentro.El Ghosh Yoga —y en especial Surya 32— te propone sostener la misma exigencia física, la misma atención postural y el mismo compromiso… pero desde la respiración, la precisión y la disciplina personal.

Esto no reemplaza la sala caliente. La expande.Te ayuda a que tu práctica no dependa del entorno, sino que se vuelva algo realmente tuyo: más sustentable, más honesto, más profundo.

Lo descubrí por experiencia propia, y lo veo en muchos alumnos que practican Hot Yoga y encuentran en Surya 32 una forma de ir más allá, sin tener que romper con lo que ya conocen.Simplemente amplían su camino.

Los beneficios aparecen rápido: más movilidad real, mejor postura, mayor fuerza interna, claridad mental, foco y —sobre todo— una práctica que no se cae cuando el contexto cambia.

Porque cuando empezás a priorizarte en el mat, también lo hacés en la vida.Y eso es yoga, con o sin calor.


El rol del calor en el yoga: ¿herramienta o dependencia?

El calor es una herramienta, pero puede convertirse en una muleta.

Conozco bien su efecto: te hace sentir invencible. El cuerpo se abre más, la mente se calma por la intensidad, y salís de clase con una sensación poderosa. Pero esa sensación es efímera si no hay algo más atrás.

El problema aparece cuando no hay calor. Ahí, la práctica se desmorona. Lo he visto muchas veces: personas que brillaban en la sala caliente, pero no sabían cómo sostener su práctica fuera de ella. lo vivimos claramente durante la pandemia: cuando las salas cerraron, muchos practicantes quedaron sin posibilidad de sostener su práctica.

En mi camino, esa fue una de las señales. Necesitaba compartir una práctica que no dependiera de condiciones externas, sino que diera herramientas para sostener una practica personal.

Eso lo encontré en el Ghosh Yoga, y más tarde lo organicé en Surya 32: un sistema que no reemplaza el calor, pero no lo necesita. Que no depende del contexto, sino de la conciencia con la que te movés, respires o sostengas una postura.

Porque cuando no hay sala, ni guía, ni espejo… lo que queda es vos.Y ahí empieza el verdadero trabajo.


Cómo empezar con Ghosh Yoga y qué esperar en la práctica

Lo mejor del Ghosh Yoga es que se puede empezar sin experiencia, sin calor, y desde casa.

No hace falta un estudio. No hace falta un instructor presencial. Lo que hace falta es intención, una colchoneta, y guía confiable. Yo enseño Ghosh en clases particulares, grupales y talleres, tanto presenciales como virtuales, y cada vez más personas se animan a comenzar desde su espacio personal. Lo realmente desarrollas es tu disciplina personal.

Gracias a mi formación con Tony Sánchez, aprendí a adaptar la práctica para diferentes niveles, cuerpos y necesidades reales. Por eso, cuando alguien se inicia, no le ofrezco una serie rígida, sino una puerta de entrada gradual, accesible y poderosa.

Muy pronto voy a estar compartiendo también clases y recursos online para quienes quieran iniciarse a distancia. Y cuando eso esté listo, este mismo artículo servirá como puente.

Lo importante es empezar. Porque una vez que lo hacés, la práctica ya empieza a trabajar con vos.


Transformaciones reales: cuando el yoga cambia tu vida desde adentro

No es una exageración decir que esta práctica cambió mi vida.

Empecé como muchos, buscando mover el cuerpo. Pero terminé encontrando un camino de transformación profunda. El yoga, cuando es real, no solo te acomoda la espalda. Te cambia la mirada, las decisiones, la forma de estar en el mundo.

Lo vi en mí, y lo veo en mis alumnos. Gente que empezó queriendo aliviar dolores y terminó rediseñando su vida entera. Cambios de trabajo, separaciones, reconciliaciones con el cuerpo. Todo eso, desde una práctica constante, sin calor, sin ruido, sin poses de Instagram.

Y eso es lo que intento transmitir cada vez que doy una clase: que el verdadero yoga es silencioso, honesto y transformador. No necesita que lo muestres. Necesita que lo hagas.


 ¿Por qué Ghosh Yoga es el secreto mejor guardado del yoga moderno?

Mientras el mundo del yoga se llena de nombres nuevos, estudios de lujo, estilos con marketing... el Ghosh Yoga sigue ahí, discreto, clásico, poderoso.

No tiene sponsors. No tiene fama. Pero tiene verdad. Es un sistema completo, vivo, adaptable, profundo. Que transforma sin gritar. Que enseña sin imponerse.

Para mí, Ghosh Yoga es el secreto mejor guardado del yoga moderno. Y ojalá este artículo sea el inicio para que más personas lo descubran, lo practiquen y, como me pasó a mí, dejen que les cambie la vida desde adentro.

 
 
 

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